miércoles, 16 de julio de 2014

TRANSMISIÓN DE VALORES


Increíble que a pesar de pensar que hay ciertos valores que no estamos transmitiendo se cuelan por las rendijas y se impregnan en nuestros hijos de manera que no nos hemos dado cuenta.

Nuestra forma de actuar y de pensar la transmitimos por el mero hecho de estar y nuestros hijos acogen con gusto todo aquello que les mostramos, por lo tanto, debemos ser los padres los que critiquemos de manera constructiva nuestro comportamiento. Si tú no miras por los demás y simplemente te dedicas primero a tu comodidad, tus hijos aprenden esa manera de actuar y así es como se comportan con los demás. Si por el contrario eres una persona atenta y con capacidad de entender que detrás de tu conducta hay otras personas afectadas y puedes herirlas, eso también queda
grabado en nuestros hijos.

¿Qué pasa cuando tus hijos tienen que lidiar con ese tipo de personas que simplemente se sienten perfectas a pesar de que su perfección se configura dañando a los demás?. No podemos transmitir valores de “Haz tú más daño”, porque si tus hijos no son así, sufrirán. Quizá la respuesta es ¿Te merece la pena enfadarte?  Muéstrale tu enfado y si lo comprende habremos avanzado, sino lo entiende, no busques que te de la razón, piensa que esas personas volverán a fallarte y tú tienes que saber que eso puede suceder, por lo tanto, estás advertida.

En nuestro camino como educadores no vamos a cambiar el mundo, pero si dar pinceladas y empapar a otras personas que nos rodean con nuestros valores. 

Por ejemplo: ¡Si te pegan, pega!, nunca he entendido éste concepto y en algunos momentos he dudado si coger ese camino y enseñarle a mi hija a defenderse; pero he  estado equivocada, sigo pensando que si mi hija pegara a todo aquel que pega, habré dejado una huella en ella un tanto difícil de borrar, debo darle herramientas para que ella no se sienta herida, para que comprenda que esa actitud no es buena y que la persona que es capaz de pegar gratuitamente tiene verdadero problema de comunicación.  ¿Merece la pena estar con personas que te degradan?. Al final se trata de darle herramientas para que las puedan manejar, no tratar de proteger a nuestros hijos enfrentándonos a lo que ellos deben enfrentarse.
La transmisión de valores pueden venir acompañados de mucho ruido o pueden ser tan silenciosos que apenas puedes darte cuenta de que van y vienen. Nosotros como educadores nos corresponde ser consciente de como transmitimos esos valores y si realmente creemos tanto en ellos como para transmitirlos.